domingo, 19 de julio de 2009

acto conmemorativo del 30 aniversario de la Revolución


En Nicaragua el 19 de Julio celebran , algunos, el triunfo de la revolución, ha sido un dia de banderas, manifestaciones.... y mucho tráfico.


O sea que su revolución cumple hoy 30 años, y por desgracia el país no va a mejor. Si cumplir los trenta deprime.....

1 comentario:

Profesores dijo...

Ahora no hay nada que celebrar. Solo el recuerdo». La frase de una vieja guerrillera resume el sentir de buena parte de los nicaragüenses que ayer se quedaron en casa y, como la mayoría de los dirigentes históricos, no fueron a celebrar el 30° aniversario del derrocamiento del dictador Anastasio Somoza y el triunfo de la Revolución sandinista. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, está más cerca de Dios, así como del presidente venezolano, Hugo Chávez, que de aquel sandinismo que desató la solidaridad internacional. Incluso la plaza de las grandes celebraciones, junto al lago de Managua, se llama de la Fe Juan Pablo II.
No obstante, la plaza que fue la de la Revolución desbordó nostalgia con una multitud de nuevos seguidores orteguistas, llegados en camiones del interior del país, donde se benefician de créditos agrícolas o programas populistas como Hambre Cero y Calles para el Pueblo. «Eso es lo poco que hay; lo demás en este Gobierno es esoterismo y payasada», comentó otra guerrillera.

PRESENCIA CHAVISTA / En medio de un flamear de banderas rojinegras, se alzó de nuevo la figura de Daniel Ortega, en el escenario de cemento sobre el lago de Xolotlán. Pero junto a él no estaban las grandes figuras, los comandantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), sino varios representantes de la chavista Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA).
Hugo Chávez es el gran sostén de este segundo Gobierno de Ortega, que inició en enero del 2007. «Vivimos a expensas de Venezuela», comentan los nicaragüenses. Junto a Daniel, como siempre, estuvo su esposa, Rosario Murillo, que ejerce como mucho más que de portavoz del Gobierno y, según el sentir general, «trata de asegurarse la permanencia en el poder». Ambos han mantenido estos días una fuerte campaña en la televisión para destacar que su gestión representa «la segunda etapa de la Revolución».
Los disidentes, que a estas alturas dicen ser «la mayoría dentro del sandinismo», replican que «aquella gran unidad nacional que se gestó contra el somocismo ya no existe». El coordinador del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), Edmundo Jarquín, asegura: «Hoy, Nicaragua está profundamente dividida, polarizada y enconada». Jarquín dice que el presidente Ortega «no debería olvidar que la inmensa mayoría de la dirección del FSLN de 1979 no está a su lado».
Entre la revolución y la fe, la plaza volvió a cantar, llorando: «Nicaragua, Nicaragüita, la flor más linda de mi querer...». La exguerrillera y exministra Dora Téllez señaló los dos tipos de asistentes: «Los sandinistas celebramos la Revolución popular y el orteguismo celebra a Daniel. Esa es la diferencia».
El autor de aquellas canciones del sandinismo, Carlos Mejía Godoy, tampoco estuvo, como sí hizo en otras ocasiones, cantando en el escenario. Pero fue el único en mostrar cierto optimismo: «Solo asistiré a los aniversarios de la Revolución cuando verdaderamente el sandinismo esté unido».

El barrio

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